primera consulta gratuita
¿Qué está sucediendo con nuestros niños?
El alarmante aumento de los casos de autismo en las últimas décadas plantea un misterio que desafía las explicaciones convencionales. ¿Cómo es posible que hayamos pasado de 1 caso en 150 niños en el año 2000 a 1 en 36 en 2020? Si bien la genética ha sido la principal señalada, los datos sugieren que hay algo más en juego. Factores ambientales como pesticidas, contaminación, deficiencias nutricionales en el embarazo y metales pesados podrían estar contribuyendo, pero hay un posible culpable del que poco se habla: la contaminación electromagnética. ¿Podría la expansión de la tecnología inalámbrica estar relacionada con este fenómeno? Acompáñanos en este análisis revelador que podría cambiar la forma en que entendemos el autismo.
Lidia Bascones
2/3/20256 min read


El aumento vertiginoso de casos de autismo es un enigma que desafía las explicaciones convencionales. ¿A qué se debe este incremento tan dramático? La genética, tradicionalmente señalada como la principal culpable, parece insuficiente para explicar esta epidemia. Los trastornos genéticos, por lo general, se manifiestan de manera estable a lo largo de las generaciones. Sin embargo, el autismo está mostrando un crecimiento exponencial en un periodo de tiempo relativamente corto, lo que sugiere la influencia de factores adicionales. La causa genética, bien será heredada o congénita, no explica el aumento dramático en los casos de regresión autista, donde los niños pierden habilidades previamente adquiridas.
¿A qué se debe este incremento exponencial de casos? Algunos apuntan a una mejora en los métodos de diagnóstico, sugiriendo que muchos casos pasaban desapercibidos en el pasado. Si esto fuera así, si se debiera únicamente a una mejora en la detección, esto nos plantea una pregunta crucial: ¿Dónde están los niños que, según esta teoría, habrían sido diagnosticados erróneamente hace 20 años? Si la tasa de diagnósticos erróneos fuera tan alta como se sugiere, hoy deberíamos estar viendo una generación de adolescentes con autismo en proporciones epidémicas. Sin embargo, la realidad no coincide con esta predicción. Esta discrepancia evidencia que, si bien una mejor detección ha contribuido al aumento de casos, no puede ser la única explicación. Algo más profundo está ocurriendo.
Llegados a este punto, necesitamos hipótesis causales verosímiles. Y probablemente, tendremos que cambiar nuestros paradigmas, inculcados desde hace décadas. ¡Pero la salud, la esperanza de una vida completa y feliz de miles de nuestros niños y sus familias, lo merece!
Revisión de datos
Según la edad de presentación, el autismo se puede presentar de manera temprana, esto es, con síntomas desde el nacimiento, o de manera tardía o regresiva, apareciendo a partir del año y medio. No obstante, la regresión se presenta cada vez antes. Es justamente éste último, el que ha aumentado más del 300% en los últimos 35 años, en todos los países tecnologizados y a ritmo exponencial.
A continuación podemos observar, en siguiente gráfica, el aumento de la prevalencia del autismo desde los años 1970 a la actualidad:


Gráfica 1: Incremento en la Prevalencia del Autismo (1970-2025)
Estos datos se obtienen del CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) de EEUU, siendo un buen espejo al que mirarnos desde la Europa Occidental, tan industrializada y tecnologizada como aquel país.
Si ponemos el foco en los último 25 años, en el año 2000, el mismo CDC informó de una prevalencia de autismo de 1 de cada 150 niños diagnosticados, pasando esa cifra a ser de 1 de cada 44 niños en el año 2018 y de 1 de cada 36 niños en el año 2020. ¡Esto significa que el aumento del 2000 al 2018 es de un 238.8%, del 2018 a 2020 es de un 22.5% (en sólo dos años)! Además, calculando números globales, el aumento del año 2000 a 2020 es de un 314.9%. Insistimos: estos datos ponen de relieve que la explicación genética ni es concluyente, ni verosímil.
Las estimaciones para los próximos años no son mucho más halagüeñas: para 2025, a nivel mundial, se espera que 1 de cada 100 niños presenten este trastorno.
Abajo podrás ver de manera representativa las estimaciones desde 2025 a 2050:


Gráfica 2: Incremento y proyección en la prevalencia del autismo (1970-2050)
Bien es cierto que, dependiendo de las fuentes, y los cambios en los criterios diagnósticos, los datos pueden variar. Por ello, y como “dato mata relato”, en la tabla inferior podemos ver datos de incremento de prevalencia en diferentes países de diferentes zonas del mundo:


Tabla 1: datos obtenidos de la OMS y CDC.
Independientemente de cómo se examine, con unas fuentes u otras, el incremento vertiginoso y tremendamente alarmante sigue presente, sin explicación plausible.
A la luz de estos datos, y de todos los artículos revisados, investigaciones y análisis de la forma exponencial de esta curva epidémica, podemos sospechar que en el AUTISMO hay una CAUSA AMBIENTAL, más allá de una predisposición genética.
¿Qué podemos considerar como causa ambiental? Pues, tenemos una gran variedad de causas, como podrían ser exposición a pesticidas y productos químicos, contaminación del aire y del agua, factores nutricionales, especialmente la deficiencia de vitamina D, yodo y colesterol en la madre gestante durante las 4-6 primeras semanas de embarazo, exposición a metales pesados…pero hay un factor que normalmente no se suele mencionar, y que está muy presente en nuestras vidas desde apenas 2 o 3 décadas: la exposición a campos electromagnéticos artificiales, llamados electrosmog o contaminación electromagnética, generados por los dispositivos electrónicos, líneas de alta tensión, antenas de telefonía móvil…
Por ello, es interesante incluir en la gráfica de prevalencia del autismo, desde los años 90 hasta la actualidad, los momentos puntuales en los que se introdujo la tecnología de comunicación móvil:


Gráfica 3: Incremento y Proyección en la prevalencia del Autismo y la introducción de la Tecnología de Comunicación Móvil (1970-2050)
A la luz de estos datos, nos llama la atención los puntos de inflexión en el año 2000 (2001 introducción del 3G), continuando con la progresión ascendente con el 4G y es especialmente llamativa el aumento a partir del año 2019, dónde se modifica claramente la pendiente de gráfica, coincidente con la introducción generalizada de la tecnología 5G.
¿Con esto queremos decir que el autismo es debido a la introducción de la tecnología móvil en nuestras vidas? Obviamente no. No podemos demostrar relación causal, pero si hay una correlación mas que admisible. Y por supuesto, también tenemos muchos otros factores ambientales, que tendremos que seguir investigando de cerca, entre ellos, la alimentación de las madres antes de la concepción y durante la misma, y de los niños en los primeros años de vida.
Otro dato muy relevante son las diferencias de género entre todos los casos de niños diagnosticados de autismo: de cada 4 diagnósticos, 3 son varones y 1 son hembras. Este dato indica, que también hay algo detrás de esto, no es por pura casualidad. Trataremos este tema en otro artículo aparte en nuestro blog (te animo a leerlo en cuanto esté disponible).
Volviendo a nuestra hipótesis causal, podemos concluir que hay una serie de factores predisponentes, de carácter genético y epigenético (genes expresados de un modo u otro según el ambiente) y factores o causas desencadenantes, de carácter ambiental, que nos llevarían al punto de desastre, y que precipitarían al niño a ser incluido en el diagnóstico del espectro autista, donde estará si o si presente la neuro-inflamación, responsable de la mayoría de los síntomas presentes en él.
En Nutryciencia, seguiremos investigando y aportando los nuevos descubrimientos con datos y evidencia científica, para seguir dando luz a este y otros trastornos del aprendizaje y la conducta, porque nuestros niños y nosotros mismos nos los merecemos. Estén atentos. Seguimos.
Bibliografía:
Gráfica 1 y Gráfica 2:
Fuente general: Artículos sobre autismo y estudios históricos (como Lotter, 1966).
Fuente: CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) y datos históricos.
Enlace general: CDC - Autism Data
Fuente: CDC's Autism and Developmental Disabilities Monitoring (ADDM) Network.
Enlace: CDC ADDM
Fuente: Artículos y estudios recientes sobre incidencia de autismo.
Referencia: Reuters
Fuente: Proyecciones de organizaciones como Autism Speaks y estudios actuales sobre la prevalencia global.
Referencia: Autism Speaks
Gráfica 3:
La Evolución de la Tecnología Móvil: Desde los Primeros Teléfonos hasta los Smartphones Avanzados – www.comunicatech.com
Historia de la Red de Comunicación Móvil – www.sutori.com
Evolución histórica de las tecnologías móviles: del 1G al 5G – iccsi.com.ar
Contactános
Telefono:
info@nutryciencia.com
+34 656 58 95 75
© 2024. All rights reserved.

